Si no ves tu error, no puedes corregirlo. Verás claramente cómo le llega la información a tu hij@ y cómo tu estado mental afecta a vuestra relación.
2. IDENTIFICA cómo quieres educar
Tener claridad en tu objetivo facilita el proceso. Te darás cuenta de de cómo quieres hacer las cosas y de los beneficios que obtendrás para toda la familia.
3. Explora tus RECURSOS, fortalezas y debilidades.
Conocerte mejor te permitirá ver qué herramientas necesitas. Sabrás en qué lugar estás y en qué debes trabajar para lograr educar como tú quieres.
4. Permítete reconocer tus EMOCIONES
Para educar con inteligencia emocional necesitas desarrollarla. Aprenderás a sentir tus emociones incómodas como algo esencial y positivo.
5. Analiza tu AUTOCONCEPTO.
Todo reto necesita un empuje y una alta dosis de autoestima. Al mejorar la forma en que te miras, sabrás guiar a tus hij@s desde otro lugar más positivo y equilibrado.
6. Revisa tus EXPECTATIVAS.
Puede que exijas demasiado a tus hij@s e incluso a ti mism@. Conseguirás desapegarte de los resultados y disfrutar del momento presente, generando calma y reduciendo el estrés.
7. Tu FAMILIA ideal.
Valorar lo que tienes ahora y visualizar claramente el cambio que deseas te ayudará a despejar el camino.
8. Diseña tu PLAN.
Ver las múltiples opciones que tienes te dará la oportunidad de darle claridad a tu proceso.
9. Valora tus LOGROS.
Ver el camino recorrido te permitirá ver lo real que puede ser tu objetivo. Conseguirás abrir tu mirada y ver las cosas de una manera mucho más positiva.